Recorriendo ese interminable pasillo completamente pintado con motivos del Palacio de Verano en sus vigas y columnas se puede mirar hacia el este al enorme lago que aloja una isla comunicada con el continente por un imponente puente de mármol con 17 arcos, un número con especial significado en el antigüo libro de los cambios (i-ching). Era el "corredor de las imágenes" que recorría gran parte del camino hacia el Templo Budista de la colina de la Paz Interior, en una de las colinas del Palacio de Verano, magestuosa residencia imperial de verano y uno de los más acabados y hermosos ejemplos del concepto clásico de jardín chino, diseñado con la ayuda de la milenaria técnica del Feng Shui: siempre agua delante y tierra detrás del observador. La tranquilidad y la paz vivían en el ambiente del palacio, en todas sus esquinas. Hermosa experiencia que compartí con casi todos los profesores y alumnos visitantes de alemania, hasta con guía en alemán, jijiji.
Unos días después decidimos visitar el Templo del Cielo. Impresionante templo-parque situado cerca de Tiananmen y que era el lugar elegido por el emperador para "comunicarse con su Padre El Cielo". El lugar se caracteriza por sus construcciones esmaltadas en azul-cielo y por sus pagodas en forma de cilíndro. Una compleja e interesante casa de antigüos rituales para comunicarse y pedir consejo a las almas de los ancestros y al mismísimo Padre Cielo. La tranquilidad se respiraba en todos lados también, a pesar de la multitud de gente que lo visitaba al igual que yo.
Al día siguiente nos encaminamos hacia uno de los lugares más visitados e históricamente más importantes de Beijing: la residencia oficial y permanente del emperador de china. Me refiero a la ciudad prohibida, un enorme complejo en el centro mismo de Beijing, frente de la plaza de Tiananmen. Es una verdadera ciudadela que se conserva perfectamente desde la época que fué construída (principios de la segunda gran dinastía china, me parece, no estoy seguro). Es exactamente como esas villas con estrechas calles y magníficas pagodas adornadas y repletas de jardines y simbolísmos por doquier que uno puede ver en las películas chinas como "El Tigre y el Dragón", por ejemplo. Es impresionante, no tengo palabras tampoco para describirla. Me tomó 3 horas y media de caminata contínua recorrerla en sus tres cuartas partes solamente, uf. Y en esa caminata sentí como si hubiera nacido ayer: la sensación de majestuosidad y antigüedad que se siente en ese lugar es abismante. Por ejemplo, estar en medio de un jardín con árboles de 300-400 años de edad y con rocas grabadas con poemas de los primeros emperadores en la caligrafía imperial es algo que no puedo describir. Vale la pena regresar y terminar el recorrido. Estoy ancioso por visitar la gran muralla china, seguramente esa visita será una de las experiencias que no olvidaré jamás :-)
Hace poco, tomé mi mapita y me fuí al zoológico de Beijing, y adivinen qué me encontré ???.... SI !!!! A los pandas gigantes !!! Son hermosos !!!! tan pacíficos comiendo sus baras de bamboo y tan acostumbrados a las cámaras y a la gente haciendo sus vidas tan normales al otro lado de los gruesos vidrios mientras una lluvia de flashes de cámaras los inmortalizaban...ellos, como si nada, retosando o comiendo despreocupados. También ví algunos otros animales, típicos por cierto así como jirafas, elefantes o menos comunes así como flamencos o el "panda rojo", lindo también. El zoológico tiene "jaulas" que son grandes y tratan de ser más un habitad natural para los animales, es así como un parque. De hecho, fue concebido al principio como "el jardin de animales" para el emperador, ya hace algunos cientos de años :-)
